Lo que mal empieza, mal acaba. Demasiada argolla, soberbia y poco fútbol de un trabajo de menores inexistente
Subestimaron al rival (ya se veían fijos celebrando sin jugar el partido), no hubo una real concentración (llevaron familias, yuntas al webeo), mala suerte (lesión de YOTÚN y numerológicamente MAL DÍA), equipo nublado en ideas, apáticos, desconectados del partido, no presionaron en la marca, mal planteamiento (no tenían en mente llegar a los penales)... en resumen, todo fue un DESASTRE. Pero lo bueno de lo malo > es que ahora sí nos enfocaremos a nuestra cruda realidad, se acabo el DISTRACTIVO que quería utilizar el DELINCUENTE COMUNISTA.